A veces pensamos que el Camino de la Cruz, Vía Crucis en latín, es algo
muy poco adecuado para la sensibilidad de los niños, pero no es así. Los
niños aprenden con él lo que es el dolor, el sufrimiento, la muerte, la
injusticia, la entrega... valores que hacen mucha falta a nuestros
pequeños, demasiado acostumbrados a que todo se lo den hecho, a que todo
les vaya bien o a que todo sea según su gusto o antojo. Hablar de cómo
Jesús entregó su vida sin reservas es mostrarles un camino duro, sí,
pero muy valioso.
Como con los pequeños hay que hacer las cosas de forma que les guste, os
enlazo una serie de Vía Crucis que he recopilado. Reconozco que no
están todos los que hay, pero son algunos que es posible que tengamos y
otros que seguramente no. Algunos, como el de Fano, los he omitido a
conciencia, quizá porque en ese como en otros casos, haría falta una
catequesis para cada estación por las peculiaridades y simbologías de
los dibujos. Digamos que me he decantado más por las estaciones vistas
en la línea clásica, con modelos más infantiles y otros más serios y
complejos. Alguno me ha costado bastante tiempo de trabajo para dejarlo
bien, así que aprovechad el recurso.
Además, os dejo un viacrucis en dos vídeos de YouTube que, aunque un
poco largos, puede ser otra forma de rezar con ellos el viacrucis. Sin
duda, un gran instrumento catequético.